Cuando se trata de buscar ayuda profesional nunca es fácil tomar la decisión, a veces, surgen dudas. Quienes vienen a consulta por primera vez, buscan encontrar un entorno agradable y de confianza, que les permita expresarse libremente. Esa, es la sensación que nos gustaría que tuvieran las personas que asistan a nuestro centro.
Todo empezó a los 16 años, cuando decidí estudiar Psicología. Lo tenía claro, quería ayudar a los demás a sentirse mejor. Porque aunque no podemos cambiar el hecho de que a veces, las cosas duelen, sí está en nuestra mano elegir cómo afrontar ese dolor.
Ese fue el motivo por el cual en el 2013, surgió la idea de crear un espacio para el crecimiento personal, naciendo de ahí El Desván de la Psicología.
A veces, es necesario, subir a ese lugar oscuro que tenemos olvidado y algo desordenado, con la firme intención de poner orden, de hacer cambios, de abrir puertas y ventanas, para que pueda entrar bien la luz.
Con la intención de convertir el Desván, en ese lugar de ti mismo al que acceder cada vez que necesites tomar decisiones importantes, descansar, cuidarte o, en el que encontrar un espacio de recogimiento donde permanecer en calma.
